lunes, 4 de junio de 2012


 ¿Si ahora mismo me subiese a la azotea y saltase, entonces podría volar? No creo, quizás si la Tierra tardase en darse cuanta de que no hay nada bajo mis pies, quizás entonces planearía un ratito antes de que mis sesos y demás tejidos pringosos de mi cuerpo, pero aun así, mi cuerpo nunca se ha caracterizado por sus formas aerodinamicas... dolería mucho. 

¿Entonces por qué me parece tan buena idea en estos momentos?¿Por qué ahora que peligra lo que antes me daba tanto miedo siento esta imperiosa necesidad de encontrar el pedazo que falta bajo mi esternón? 

 ¿Como puede un maldito palelajo azul, sucio y probablemente arrugado ser el punto de inflexión para que pueda empezar el duro camino al país de los sueños o dejarme de plano en el campo base, viendo como parten una detrás de otra las expediciones.

 No puedo estar más harta de escuchar música insulsa intentando anestesiarme, tratar de estudiar como si nada pasara mientras espero que un milagro haga llover papelajos azules que me permitan soñar. 

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