Hoy tengo una buena noticia y una mala.
La buena es ridícula y la mala... digamos que especial. Ha aparecido mi mp3 (tiene poderes sobrenaturales, no me preguntes cómo, no me preguntes por qué, mi madre lo dejó en la playa y él solito se metió en un pliegue del sillón del coche)... esta era la buena, y la verdad es que rompió la cadena de reveses que me acosaban. La mala puede no existir en realidad... estoy esperando una noticia y tengo un buen pálpito ¿qué tiene eso de malo?... digamos que llevo cuatro años con la firme convicción de que la selección perdería el siguiente partido.
¡Jodere! ¡Como pitonisa no tienes precio!
ResponderEliminarAunque parezca mentira mis amigos me siguen pidiendo consejo... ¡y los siguen!
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